ya no soy, estoy,
sufrió, cambié, creció
en el cielo y en lo muerto,
en lo falso y en lo absurdo
uniendo estrellas con ladridos
en un mundo oscuro y misterioso,
ansioso por buscarme hasta encontrarla.
Hoy entre la niebla,
la sombra amenaza lo que la luz borra
y entre tinieblas y luz vivo limitada
por un techo que se cae,
que sobresale y se soporta,
a sí mismo de la nada,
un par de vigas que sostienen,
al universo de mi alma.
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